El hidrógeno es el elemento que más abunda en el universo, y sin embargo no es hasta hace poco que hemos empezado a ver potencial energético en él. En un primer momento parece una idea genial aprovechar un recurso tan fácil de encontrar para abastecernos, pero veamos si realmente ese es el caso.
Primero hay que pensar cómo se consigue el hidrógeno en estado puro, ya que en la naturaleza siempre se encuentra acompañado de otras partículas. Los métodos más comunes son la electrólisis del agua (que requiere del propio agua y electricidad), la fotoelectrocatálisis que simplifica el proceso anterior solo necesitando de luz solar y un material fotoactivo, por último se puede obtener también de residuos biológicos.
En cuanto a su utilidad, el hidrógeno tiene muchos usos, se puede utilizar como combustible sintético con una emisión nula de CO2, también está pensado para poco a poco ir sustituyendo el carbón y otras energías no renovables en sectores de la industria que cuesta más electrificar como el sector marítimo. Además, puede solucionar el problema de la sobreproducción de energía, ya que cuando la producción sobrepasa a la demanda el excedente de electricidad renovable se puede guardar en forma de hidrógeno para ser utilizado más adelante.
Creo que la energía renovable del hidrógeno es una idea estupenda para ir convirtiendo la industria acomodada en las energías no renovables a las energías limpias. Específicamente en el caso de España nos vendría muy bien ya que en cuestiones energéticas dependemos bastante de otros países productores, si invirtiéramos más en las energías renovables (concretamente el hidrógeno) nos daría cierta relevancia en el mercado europeo o incluso en una escala más global ya que nos permitiría exportar esa energía. De hecho es fácil de transportar porque se puede llevar fácilmente en camiones preparados para ello.
En general, la energía renovable del hidrógeno ofrece muchos beneficios y estoy seguro de que en los próximos años veremos mucho más de lo que es capaz con la inversión adecuada, por ello le doy un 9, sobre 10.
El problema de la energía, como es sabido, está tanto en la generación de la misma como en su almacenamiento . Y precisamente, en esto último, es en donde el hidrógeno puede ser una muy buena alternativa para el sector del transporte. Aquí en Gran Canaria se ha apostado por el sistema de acumulación de agua, el llamado salto de Chira-Soria. Con este método se apuesta por la generación mediante fuentes alternativas de generación irregular y la acumulación de agua para, cuando sea necesario, dejarla caer en la central y producir electricidad.
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